Uf… ¿Por dónde empezar? Inicio este blog como un esfuerzo de contar un poco de mi historia, de mi experiencia y de mis vivencias con respecto a lo que significa ser payaso, productor, malabarista, y todo eso que uno debe ser al dedicarse a las artes circenses en México. Siguiendo la lógica de esto, creo que debo empezar diciendo que mi nombre es Milo. Bueno, en realidad es Hermilo Reygadas Guzmán, o al menos así es como mis padres decidieron llamarme.
Me dedico a esto de las artes del circo desde hace ya poco mas de 11 años. Mi formación artística es variada, desde las clases de piano a los 4 años hasta la licenciatura de artes escénicas y circenses contemporáneas en la Universidad Mesoamericana de Puebla, y un diplomado en producción de espectáculos por parte de Sala de Audio, y varios otros muchos cursos y talleres. Mi quehacer artístico se resume a payaso y malabarista. También he participado como productor en diversos proyectos escénicos y festivales de circo. Mi intención con este blog es agregar un poco al conocimiento colectivo sobre el hacer del circo independiente en México.
Hacer circo en México, sin provenir de una familia tradicional de circo, es… complicado. Existen mucho prejuicios hacia las artes de circo, y no debería, porque México ha gozado de una excelente historia dentro del circo mundial. Pero no estamos aquí para hablar de historia, para eso pueden buscar el trabajo de mi querido maestro Julio Rebolledo Cárdenas, QEPD, quien dedicó su vida a la historia del circo. Más bien, es importante conocer estos prejuicios para poder actuar con asertividad, y poder encarar todas las dificultades que las artes circenses supone.
Iniciemos hablando (o escribiendo) sobre el payaso. La verdad es que nunca he hecho una investigación a fondo de los payasos en México. Pero si me ha tocado trabajar en diversos ámbitos donde el payaso puede ser participe. ¿Cómo podemos abordar algo tan inmensamente grande como lo es ser payaso? ¿Cuál es papel social del payaso?
Procuraré ir respondiendo estas preguntas conforme avance con este blog, desde mi perspectiva y experiencia. Ser payaso no es fácil, es un reto. Hay que forjarse su propio camino, no es una ciencia exacta que te da una formula y ya sabes hacer la chamba… Es un largo camino de aprendizaje no es para todos. Es para quien gusta de compartir el escenario con su público, para quien busca compartir su felicidad con otros, para quien gusta del permiso disposición del público para cubrir una necesidad básica: el entretenimiento. Pero esto no significa que solo es hacer “estupideces”, como he escuchado decir popularmente. La profundidad de la comedia puede variar de payaso en payaso pero, de ser el caso, los payasos apasionados por este arte, trabajarán duro en busca de su propia identidad, de su propio estilo y de su propia forma de transmitir esas entradas que ya existen desde hace miles de años, y que nos han acompañado a lo largo de la historia. Entradas que dependen siempre de la relación intima del payaso y la atención del público; del manejo de las herramientas de la comedia (oral, física, etc.) y de las bondades que las artes circenses nos pueden brindar: el “Factor WOW”.
“…
el Factor WOW como ese elemento sorpresa que
tienen algunas personas o empresas que logran destacar por la admiración que causan.
…”
Libro- Factor WOW
Autor- Roberto Carlos
Ya para concluir esta primera entrada de este blog, es importante definir que, desde mi perspectiva, un payaso puede tener diversos ámbitos de trabajo, formas de presentarse, formatos, entradas, GAGs, o todo lo que pueda usar para su quehacer, pero algo si es cierto, la comedia es universal, el único momento en el que no lo es, es cuando el mismo payaso decide lo contrario. Esto lo digo porque no importa si es una función para una fiesta infantil, el circo más grande del mundo, un espectáculo escolar, o un proyecto propio, el guion de un payaso esta dictado por su propia experiencia, sus herramientas, su humor, su vida, y la calidad no debería de estar limitada por ninguno de estos factores. Dicho de otra forma, El que es gallo, donde quiera canta.